Ya llegando a la bahía el panorama visual prometía. Desde la autopista (o calle), se veía una planicie que se continúa con el mar, con formaciones rocosas de fondo en forma de cerros flotantes... Muchos! Llegamos al puerto para embarcarnos en nuestro crucero: AClass Ópera. Nos suben a un tender boat, o sea un mini bote de traslado. Rodeamos el crucero y es algo diferente a la foto de internet... se ve un poco roñoso, pero ya estamos aquí. Llegamos y por la popa entramos a lo que sorprendentemente estaba mucho mejor adentro que afuera. De madera todo, bien armado e iluminado. Subimos al comedor (piso 3, porque el 1 y 2 son de habitaciones y aparte hay un Sun deck en el cuarto piso) y nos dan un jugo de bienvenida. Nos vuelven a repetir el itinerario, escrito en una pizarra, y repasamos la enorme cantidad de cosas que haremos en las próximas 23 horas... estaremos aquí solo "2 días - 1 noche", así que de la pizarra sólo aplica lo de Day 1 y Day 2.. El itinerario segundo a segundo parece imposible pero no somos los primeros turistas en el cuento así que esperamos sea viable y agradable (ya no queremos andar corriendo!)
Itinerario nuestro: hasta la linea amarilla de corte |
Nos tientan en la mesa con un par de botellas de vino chileno, pero optamos por lo tradicional. La comida bien: platos para compartir de variedades oceánicas (camarones, pescado, calamar, jaiba, etc.) y otras cosas de tierra (pollo, vaca, cerdo) con distintas presentaciones, salsas y preparaciones, con el infaltable arroz y una ensalada verde cocida más fruta de postre. De eso se tratarían la cena y el almuerzo del día siguiente también. Aun no terminamos de almorzar y ya nos está hablando nuestro guía acerca del próximo panorama. 14:30 todos abajo para visitar la Villa flotante.
Foto desde la cubierta antes de bajar del barco |
Tender para ir del barco a los distintos lugares |
Nos vamos en el tender y llegamos a una balsa rodeada de casas que en un principio pensé que eran un bluf y estaban ahí por lo pintoresco que parecía. Después nos daríamos cuenta de que en verdad hay gente que vive ahí, que pescan y explotan también el turismo vendiendo cosas o teniendo kayaks para los cruceros como el nuestro. Las opciones en este lugar eran 2: tomar un bote de bambú y sentarse a mirar el paisaje o andar en kayak. Como estas vacaciones son extremas y la idea es quedar cada vez más agotados para llegar sin energía de vuelta a Chile, habiendo dejado la vida en el sudeste, nuestra elección es obvia.
Hacemos la cola y empieza el deporte: Kayaks para 2, tomen sus remos y nos vemos en una hora. Partimos con Carlos para pasar por una cueva en una formación rocosa aislada chica que había. Atrás venían también los demás. Pasamos y después nosotros seguimos adelante y ellos se devolvieron. Nuestra curiosidad nos llevo bastante lejos a zonas donde no habían más kayaks ni casas flotantes. Vemos pescadores locales en sus barquitos y otros botes pasar. Avanzamos hasta que no veíamos el punto de partida, fotos y de regreso. Nos vamos por la orilla viendo algunas cuevas y vemos más personas locales recolectando cosas en la orilla. Pasamos por otra Villa flotante con niños jugando en las balsas fuera de sus casas y un par de adultos cocinando.
Casas flotantes |
Volvimos al punto de partida y recién ahí fuimos hacia donde todos partían en kayak (ya iba a haber menos gente según nuestra teoría de recorrido). Ahí nos cruzamos con los demás que ya terminaban de visitar esas cuevas. Entramos a un pasadizo que llegaba a una laguna rodeada de rocas Halong style con eco enorme. Poca profundidad en el lugar, algo que notamos cuando un sonido extraño en el kayak nos sorprendió: "¡¿Qué fue eso?!"... estábamos encallados. Un empuje con el remo en el barro y para afuera sin problemas. Ya se acercaba la hora de término así que vamos hacia la balsa de partida. Recién aquí salió el sol para un final perfecto (y menos mal que no fue antes porque toda la hora en kayak con sol hubiese sido satánico). Nos encontramos con los demás así que después de la sesión de fotos (mientras el guía nos gritaba que volviéramos urgidísimo por cumplir el horario del itinerario), vamos a la balsa y devolvemos los kayaks. Subida al tender y de vuelta al crucerito.
Vista desde la cueva pasadizo |
El programa continúa con la fiesta del atardecer en la cubierta del barco. Vino tinto local de regalo para todos y fruta. Sesión de fotos con el paisaje antes de la puesta de sol mientras seguía la fiesta (sin música).
El barco avanzaba a otro lugar para la siguiente aventura del itinerario. Hay 1969 islas en esta bahía en un gran área, por lo tanto es variado donde pueden ir los barquitos (igual miles se quedan en el mismo lugar). Nos "estacionamos" para la siguiente aventura y nuevamente todos abajo en el tender. Tenemos dos opciones: un rico momento de relajo en la playa o subir miles de peldaños para llegar a la parte alta de la isla a un mirador y luego bajar para estar un ratito en la playa... Por el perfil de viaje que llevamos hasta ahora, ¿cuál creen que elegimos?
Llegamos a la isla y empezamos a subir a toda velocidad para llegar antes del atardecer. Hacemos una primera parada para bajar las revoluciones cardíacas y respirar un poco en un mirador intermedio que parecía suficiente para la vista, pero queremos más. Subimos más y más escalones y llegamos rápidamente al top. La vista es aún mejor. Fotos con el atardecer, con la bahía llena de barquitos y para abajo rapidito.
Mirador en el top de la isla |
Halong Bay desde lo alto |
Atardecer en Halong Bay |
Striptease en el camino y al agua sin pensarlo dos veces con Carlos. Rápidamente se nos unen los demás. El agua no esta tan fría pero tampoco tibia así que algunos nos quedamos un rato más que otros. Estuvo rico el chapuzón después del agitado día de ejercicios extremos outdoor. Se esconde el sol y empieza de a poco a oscurecer. Estamos un rato en la playa y volvemos al barco a seguir con el itinerario.
Tiempo de ducha, organizar un poco las cosas y a cenar (el menú ya lo conocen). Se acaba la cena y tiempo de actividades varias, libres. Nuestro guía pone Karaoke y para estimular a los cantantes canta él una canción! Risa ahogada general. Mientras, quiere que alguien más busque que cantar. Un francés se anima y canta algo, nadie más se motiva, vuelve a cantar el francés con su Sra y luego los representantes chilenos, Carlos y Vale van por una de Bon Jovi. Dejemos para la imaginación el resultado de la performance.
Se empieza a parar la gente, y el tiempo libre nocturno se transforma en libre de verdad. Terminamos de ver la película que dejamos pendiente en el aeropuerto de Vientiane mientras nos tomamos unas sprite del bar decoradas con un ingrediente secreto que trajimos de Hanoi y se esconde en una botella de agua de las que nos ponen en la pieza. Conversamos un rato después de la película y como ya es tarde empezamos a desaparecer de a poco. Con Carlos vamos a la cubierta a mirar el paisaje pero una neblina de película tiene invadida la bahía y mojadas todas las reposeras. Tampoco se ven estrellas, sólo las luces de los otros barquitos en el horizonte. Nos vamos a dormir para mañana estar a las 6:30 AM levantados, como dice el programa.
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