sábado, 2 de febrero de 2013

DIA 14: TUBING? TUBING? TUBING!!!!!!!!!!

La historia es la siguiente. Hace medio año que en este pueblo se canceló la actividad económica principal que mantenía la buena vida de esta tropa de gente local: el Tubing. En aquellos tiempos que se remontan a los años pasados hasta más o menos septiembre del 2012, tu arrendabas un tube y te subían en tuk tuk para empezar el descenso de 3 horas por el río (Mekong?). Sólo necesitabas tu tube (cámara inflada de camión) ropa adecuada, plata y tiempo. Bajando existían muchos bares que te tiraban una cuerda para que te agarrarás y te arrastraran (por el agua) a sus dependencias. Cada paso por los bares comprometía tu estado natural con afecciones de conciencia y falsas sensaciones de seguridad... Alcohol y drogas para todos! Muchos murieron y aquí estamos... en el pueblo que vivió del tubing y hoy sufre la carencia de turistas ya que la "gracia" que tenía ya no es: los bares están cerrados y ahora el paseo es para disfrutar el paisaje y pasar un tiempo de relax.

NO POSSIBLE WAY!

11.00 AM y empieza el día. Nos encontramos con el Mati y nos cuenta su aventura de anoche... Echando repelente en la pieza (por si acaso) empezaron a salir unas hormigas de una pared... Luego dos más y al echar repelente ahí de nuevo para matar las que salían "sorpresa" millones. Nosotros sólo alcanzamos a ver las huellas que dejo la película de terror que vivieron ayer el Mati y la Barbi. Nos contaron que las hormigas eran interminables y subían por las cortinas y caían del techo mientras intentaban mantenerlas lejos de las cosas. Mati corrió a buscar a alguien abajo para ayudar y el señor tratando de contenerlas gritaba "change the room, change the room" mientras les pasaba las llaves. El panorama matutino ya era desastroso por lo que claramente en el momento debe haber sido del terror.






Partimos los 6 a comer un brunch (breakfast + lunch) al "Gary's Irish Bar" que ayer tenía la cocina cerrada y tanto nos tincaba. Pedimos hamburguesas, pizzas, pie, fish&chips, etc. Llego todo junto y fue perfecto! La mejor comida del viaje... Nada oriental en la mesa, sólo sabores del hogar (nuevamente "hogar" como si fuéramos Italo-americanos). Nos comemos todo. Un juego de dardos antes y después de la comida, y a prepararnos.





Caminando de vuelta al GuestHouse pasan las chicas a equiparse para el tubing con ropa ad-hoc (nosotros con Carlos estábamos equipados desde ayer). Pasamos también a un minisupermercado para comprar todos los víveres que ya no vamos a encontrar en el camino por la nueva modalidad del lugar (bares cerrados). Vamos por los zapatos de agua y el Vale, que se sentía mal por efectos adversos de la doxiciclina que toman para evitar la malaria, decide ya definitivamente quedarse. Plata justa, bolsos anti-agua, provisiones y a jugar!

El lugar de arriendo de los tubes era un simple galpón con miles de cámaras de rueda de camión infladas. Nos recibe una mesa larga con 2 personas sentadas (tipo comisión de examen de grado). Serios nos pasan el contrato de arriendo donde se eximían de toda responsabilidad en caso de accidente, muerte, etc. Nadie se ríe (aunque ganas no les faltan... debemos vernos super cool con nuestro tubbing outfit). Nos anotan un número en la mano con plumón (que estimula la sed, porque te transporta al pasado a los paseos universitarios a Cartagua) y nos hacen firmar la hoja del mismo número... Pasen al tuk tuk por favor.






Esperamos a que suban los tubes al techo y se nos unan unas pocas personas más y partimos el viaje a la zona alta del río... 15 minutos maaaaaximo en el tuk tuk y llegamos... Ahí es cuando dudamos de si el trayecto en verdad va a durar 3 horas de bajada como cuenta la antigua leyenda.

Nos bajamos, tomamos nuestro tube y empezamos a caminar hacia la orilla del río.


Tubing outfit



Bien equipados ponemos nuestros tubes en posición de living outdoor y decidimos hacer una previa a la bajada... Unos buckets con Absolut, smirnoff ice y agüita para la Barbi que esta resentida de la guata.







Llego el momento: 1, 2, 3... ahora! todos juntos empezamos la bajada. Nos ponemos en círculo con los pies enganchados y así nos sentimos más seguros y felices. Excelente sensación... Carrete relajado refrescante con todo el tiempo del mundo y sin nada que nos moleste. Pasa un grupo de turismo en Kayak y escuchamos el discurso del guía al respecto: "esto es lo que hacen los cabeza de músculo que vienen para acá y en forma irresponsable beben y después se rompen la cabeza"... Chan!

El río, aunque lento y tranquilo, no deja de tener obstáculos mayores. Estamos en tiempo de sequía por lo que en muchos lados el agua tenía poca profundidad... No fue menor el número de veces que nuestros traseros chocaban con alguna piedra, o que nuestros tubes quedaban encallados. También esquivamos varias piedras que sobresalían del agua. En un momento la corriente nos llevo a la orilla y tuvimos una experiencia más extrema que los "rápidos" de Chiang Mai, esquivando y alejándonos de las ramas antes de que una punta reventara nuestros tubes. También a veces la conexión de enganche de pies se rompía y teníamos que nadar para volver a reunir el grupo.

Pasamos por el lado de muchos bares con un letrero en la subida de la escalera desde el río que decía "Closed". Nos imaginamos este mismo paisaje pero lleno de tubes con mucha gente y música de fondo (Folklore no, Billboards si)... debe haber sido bakan.

De repente un local en su casa, que no decía "Bar", nos hace el gesto técnico para decirnos que él sigue ahí para nosotros, los turistas. Vamos, recargamos provisiones y seguimos el trayecto.





Barbi pasandolo bien, pero teniendo mucho frío



La única que sufrió un poco fue la Barbi que a pesar de estar pasándolo bien tenía mucho frío... En la foto de arriba se ve su estilo de uso del tube, con el cuerpo totalmente fuera del agua.

Fuera de todo pronóstico encontramos un bar (no tránsfugo) abierto con muchos turistas (el grupo entero que iba adelante de nosotros paró ahí), justo cuando llegabamos a un puente donde había un letrero que nos avisa que quedan 2 Kms aún de río para la próxima salida, y a pesar de que sabemos que eso es más de una hora decidimos continuar (incluso la Barbi que dijo que si se salía del agua ya después no iba a poder volver a entrar). También vemos a un hombre gritando "tuk tuuuuk, tuk tuuuuk" por si querías abandonar el trayecto a esa altura. No thanks! Y seguimos el descenso.

Casi sólo relax de ahí hasta el final. Locales en las orillas hacen su vida normal y de vez en cuando un par de turistas pasan en lancha, kayak, o están en sus hoteles y nos sacan fotos y graban. Un grupo de niños locales juega a orillas del río y nos gritan "Give Money!". Al parecer es la primera frase que aprenden cuando empiezan a hablar, antes incluso que mamá y papá.

Ya llegando a la salida tropas de niños se abalanzan sobre los tubes (aún con gente) para guiarlos a la salida y así pedir algo de dinero. Si esperas ahí hasta usan tu tube como cama saltarina mientras llega tu grupo. Salimos del agua y devolvemos los tubes. Regreso al hotel, ducha y a dormir una siesta zzzzzzzzzz

Despertamos un par de horas después para el bajón. Vamos a la pieza de la Nico y el Vale (que ya esta mejor), y estan también ahí el Mati y la Barbi gestionando la visa a Camboya. Antes que cierren la cocina volvemos al Irish Bar por platos que ya sabemos serán un éxito gourmet. Volvemos a pedir hamburguesas, pizzas, pie, etc. Y una vez más llega todo al mismo tiempo. ¡Que agrado! Comemos felices y nos vamos caminando hacia el Guesthouse pensando en ir un rato a alguno de los locales que quedan al lado, pero cuando nos sentamos a pensarlo bien ya estamos cerca de la hora de cierre por el toque de queda. Hay cansancio y sueño, y mañana nos vamos temprano a Vientiane, así que parece que mejor nos vamos a dormir...

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