Si fuésemos gatos nos quedaría con suerte una sola vida... O estaríamos en deuda después del camino extremo de hoy... Pero como al parecer somos inmortales aquí estamos!
Nos levantamos temprano para la recogida a las 7 AM de la mini van que pagamos. Con carlos queremos ver a los monjes pasar pero parece que cerca de la calle del guesthouse no pasan. 7:30 y recién llega la Van. Vamos los 6 perfect atrás cuando nos dicen que viene más gente. Paramos en otro guesthouse y vemos a 3 enormes con sus mochilas... NO CABEN!!! La Nico casi poniéndole pestillo a la puerta cuando el chofer dice que cambiáremos de bus en 5 minutos más. Llegamos a la estación de buses y nuevamente no cabemos n el supuesto bus que nos llevaría a Vang Vieng... "Tranquilos, su bus es el otro". Nuestro nuevo chofer no da una con los nudos de las cuerdas. Suben nuestras mochilas al techo de la van y las tapan temporalmente y amarran más o menos hasta que se nos una el resto de la gente que irá con nosotros. Camino a recogerlos (de nuevo en el pueblo) se cae 3 veces la cuerda que amarra el techo y el chofer ni ahí. Recogemos a 5 personas más y partimos... Creemos que con mejor amarre de mochilas en el techo esta vez... y partimos pero de regreso a la estación de buses. Estamos chatos porque contratamos el bus de las 7 AM más caro para irnos temprano y ya son las 8:30... Fail! 1 minuto en la estación, cargamos bencina (con movimientos extraños de la mini van como si el chofer quisiera acomodar el líquido que va entrando para que quepa más y más), y nos vamos al fin!!!!
Camino a Vang Vieng las curvas son como todos decían: miles y peligrosas. Nuestro chofer maneja bastante rápido y de vez en cuando se encuentra con otros autos/minibuses/camiones y los esquiva sin problema. Hacemos una primera parada para ir al baño y comer después de una hora de viaje... Quedan al menos 4 más. Antes de partir nos ofrece una super promo!
Sigue el viaje pero ahora es cada vez más extremo con más curvas, neblina, camino más angosto y precipicio... Pongámonos cinturones, en una de esas nos salvamos. Llegamos a una segunda parada en la parte al parecer más alta del camino con una vista espectacular al paisaje de Laos. Fotos y seguimos el viaje.
Esta última parte es cuando perdemos las 7 vidas y quedamos debiendo... Encuentros cercanos, muy cercanos con otros buses... Uno tan cercano que nuestro chofer frenó y miro hacia atrás y casi se arrodilló ante Buda para dar gracias x la vida. Otro encuentro con un camión, algunas salidas de la pista, miles de hoyos en el camino y un camino de ripio denso que sonaba como cascabel abajo en el bus... Y, de repente, un sonido tipo chillido de metales agudo que venía de una de las ruedas delanteras... Estamos fritos.
Nos bajamos todos y la sorpresa fue que la rueda estaba intacta. ¡Peor! ¿Cual será el problema?. El chofer trata de poner la gata pero no lo logra. Menosmal hay un pasajero estilo tarzan rastafari que algo cacha y ayuda... Finalmente sacan una piedra que estaba en la zona del disco de freno y estamos listos, podemos continuar.
Llegamos a Vang Vieng. Es diferente a como lo imaginábamos. No se como lo imaginábamos pero es diferente. Nos dejan en un hostal en una calle que parece ser principal (la verdad no tenemos idea donde estamos... Podría ser cualquier pueblo de Laos). No nos gusta el hostal y vamos por otro. Los machotes encuentran uno cerca del río al lado de los bares y restaurantes. Vamos caminando con mochilas arriba (el trayecto mas largo de mochileros), check in, dejamos las cosas y nos vamos a almorzar.
Al lado del guesthouse (GrandView Guesthouse) hay varios restaurantes que en los pilares de madera tienen mangueras plásticas de luces enrolladas apagadas, lo que nos da una pista de lo que puede suceder de noche. Hay poca gente dando vuelta (turistas) por lo que creemos que están o en el río tirandose en tubing o en deportes aventura que ofrecen acá (kayak, escalada, trekking, etc.) o pasando la caña en sus respectivos lugares de alojamiento. nos tinca el tercer Restaurant-bar por el que pasamos porque al final de ve que tiene unas mesas en una especie de terraza para sentarse en el suelo en cojines sin zapatos con vista al paisaje de ríos y cerros de la zona. El olor es asqueroso, pero podemos acostumbrarnos... Nada es muy limpio por aquí. Vemos la carta y hay de todo, desde comida local hasta la última variedad de comida occidental (hamburguesas, pastas, pizza, etc). Con Carlos nos atrevemos a pedir hamburguesa con papas fritas (dudando de la conservación de la carne pero filo), y los demás piden arroz local con pollo, pastas y pizza. Llega la comida y estaba bastante bien, pero el lugar sigue siendo asquerosito. Comemos y después a jugar pool. Juegan un rato hasta que una araña se transforma en el centro de atención del juego, que al parecer no estaba muy entretenido, y se acaba.
Mientras la Barbi dormía siesta en los cojines de la "mesa". Pedimos la cuenta y a pasear. Pasamos por unos helados naturales locales y cruzamos el puente de bambú que pasa sobre un riachuelo chico para llegar al río grande donde hacen tubbing. Vemos algunos tubbing a pasar y a un pelotudo sólo un poco ebrio con el flotador desinflado tratando de subirse y seguir la "navegación"pero cachando cero. Nos proponemos no dar jugo mañana o al menos tanto jugo. Jugamos un rato con piedritas (haciendo sapitos y después jugando a pegarle a una piedra grande en el aire con otras piedritas), y cuando todos piensan en lo "inteligentes" que nos debemos ver en esa situación el juego llega lentamente a su fin.
Nos devolvemos a la calle del pueblito y no sabemos que hacer... Seguimos caminando, pasamos por un templo donde hay unos monjes que deben ser los que se portaron mal o llegaron tarde a la repartija de destinaciones, porque es un templo muy enano comparado con los otros que hemos visto, y llegamos a la avenida principal por donde llegamos en la tarde en el minibus.
Seguimos la ruta, pasamos a reservar el minibus a Vientiane en 2 mañanas más y vamos ya camino a hacer algo por la vida. Pasamos por el único bar que esta llenó, se ve decente y tiene onda... "Irish bar"... Quedamos con pasar por ahí después de una previa que haremos en el GuestHouse. Compramos provisiones y nos quedamos un par de horas acabando con ellas y conversando antes de salir a comer.
Vamos al Irish bar y la cocina estaba cerrada así que tomamos la opción fácil da la comida Sudestina... El carrito. Mortal! Unos baguets con pollo, cebolla frita, jamón y tocino más verduras, mayonesa y ketchup... Súper! Sin efectos adversos todos felices comiendo. Vale y la Nico le suman un crep con nutella. Subimos la comida al segundo piso del Irish bar, unas cervezas y nos echan a las 23.30 antes del toque de queda. Ofrecen un par de discos para ir pero estamos cansados y mañana se viene un gran día. La Barbi opina que este lugar es una pérdida de tiempo... En el fondo todos pensamos un poco lo mismo porque la promesa de que este sería el Spring Break de Laos se fue a pique... Pueblo muerto.
Volvemos al Guesthouse y a dormir... Para algunos de una vez y otros con estragos mayores en la pieza que sabríamos recién al otro día.
(Pocas fotos hoy... No hay mucho que mostrar en Vang Vieng en todo caso. Mañana se viene!)
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