miércoles, 6 de marzo de 2013

DIA 46: VIAJE A YANGON & REGRESO A BANGKOK

Estiranos el elástico a más no poder y nos levantamos corriendo a tomar desayuno y después rápidamente a tomar el taxi para ir al aeropuerto. Nos esperaba un jeep antiquísimo que habíamos contratado con los vendedores de souvenirs de las tiendas fuera del hotel, pagando la mitad de lo que nos cobraban en el lobby. Suben las mochilas grandes arriba en el techo amarradas y las demás cosas atrás con Carlos sentado en una adaptación de asiento con cojines.





El camino al aeropuerto lo hicimos por la calle intermedia pavimentada que al lado de todo lo demás parece autopista con una pista para cada lado separadas por un bandejón central, pasando entre templos que usan para ir a rezar los locales y que no están marcados en el mapa como tan importantes... Hay también en el camino una señora regando el bandejón central y es inevitable pensar en el contraste que tiene esa imagen de ella sentada con una manguera de riego enana, al lado de lo que se usa en una gran ciudad con camiones de riego que se demoran 1 segundo en lo que a ella le toma media hora... niños corriendo y personas caminando a sus trabajos... Y de nuevo viene esa sensación interior como en Camboya, de saber la suerte que tenemos de estar aquí y conocer esto con tantas oportunidades esperandonos cuando volvamos a Chile, comparado con las limitaciones de desarrollo de quienes viven acá y lo poco que pueden saber del mundo exterior para poder aunque sea por un rato soñar con un mundo diferente...

Llegamos al aeropuerto una hora antes del vuelo y nos demoramos nada en estar en el counter haciendo Check in, pero no podía ser todo tan fácil en este viaje. Aunque pensamos que pasaríamos piola con el peso porque no había pesa en el mesón, agarran nuestros bolsos y los llevan a la hora de la verdad... No se como pero de 60 pasamos a 65 kilos (sin contar las dos mochilas que tenemos en la espalda y 3 bolsas de compras locales de Bagan). Esta vez la cara de gato de shrek no funciona así que nos cobran por primera vez en el viaje exceso de equipaje! Aunque en verdad igual algo funciona la compasión porque en vez de 25 kilos extras a 2 dólares el kilo, nos cobran 10 kilos solamente (US$20 para todo lo que hemos sobrecargado el sistema en verdad es nada).

Nos sentamos a esperar a que fuera hora de pasar a la sala de espera del vuelo y mientras estamos ahí llaman a Carlos para revisar algo de su mochila que vieron con los rayos X. Aquí en estos países tienen la idea de controlar la salida de antigüedades así que cuando escanearon la mochila vieron un perfil de Buda que les pareció sospechoso... Finalmente se conforman con ver el material y se dan cuenta de que estamos en orden.

Pasamos a la sala de espera y después al bus que nos lleva al avión. Despegamos y decimos hasta siempre a Bagan.

Aterrizamos en Yangon como a las 11 de la mañana. Nuestro próximo vuelo sale a las 7 y media así que tenemos harto rato de espera. La idea inicial era juntarnos con mis papas que llegan también hoy pero al final el "día libre" que salía en la hoja lo transformaron en día de tour así que no pudimos coincidir. Esperando las maletas nos intercepta un local y nos ofrece un taxi. Como tenemos harto rato de espera y la experiencia la vez anterior fue un poco terrible le proponemos que por US$30 nos lleve a donde queramos por las próximas 4 horas, nos espere, etc. con equipaje y todo (asumimos el riesgo de que nos bajemos y volvamos y no este ni el taxista ni el auto ni todas nuestras cosas). Feliz nos dice que si. Subimos a su auto sin A/C y aprovechamos el viento que entra para pasar el calor grandote que hace.




La primera parada es Shwedagon Paya, que dice ser la más grande del mundo. El chofer nos deja abajo en el estacionamiento y señala una subida que tiene cero pinta turística. vamos en el ascensor con piras personas de Myanmar, todos sin zapatos y también nosotros porque el taxista nos recomendó dejarlos en el auto. Arriba, el terreno donde está la pagoda dorada es enorme, rodeado de otras construcciones con miles de budas por todos lados. Somos los únicos turistas del lugar y parecemos monos de circo porque todos nos miran y después comentan algo que no sabemos... Probablemente la forma en que nos vestimos o algo así. Damos una vuelta rápida al lugar porque hace demasiado calor y caminar por las partes que están sin sombra es terrible porque la planta de los pies no aguanta tanto y a veces haya tenemos que correr hacia la sombra siguiente. Vemos unas campanas gigantes y sacamos algunas fotos del lugar. Ya satisfechos después de la rápida visita volvemos a bajar el ascensor que nos trajo hasta donde esta el taxista, pasando piola sin pagar la entrada como decía en todos lados que había que pagar (¡nadie nos cobró!). Cuando llegamos al estacionamiento estaba esperándonos nuestro chofer así que nos ponemos los zapatos y vamos por unas fotos en el frontis.













La segunda parada del día es el Bogyoke Aungsang Market. La idea es empezar en este momento a buscar la escultura de Buda que queremos llevar a Chile, así que el objetivo es claro. El taxista nos deja a una cuadra del mercado donde puede estacionar sin problemas para esperarnos y nos vamos, con 1,5 horas para recorrer. Adentro el mercado es nada del otro mundo y las tiendas que hay donde podemos comprar la escultura no tienen lo que buscamos. Recorremos todos los pasillos y nada. Después de un rato nos rendimos y pretendemos ir a almorzar pero no hay nada que nos tinque que se vea "bien"... Pero que tanta cosa! no nos vamos a poner exquisitos ahora! Pasamos por fuera de un galpón sin siquiera un ventilador con mini puestos laterales donde tienen la cocina, losa apilada, comida en vitrinas (abiertas), etc., y nos llaman desde adentro invitándonos a comer de tan refinada selección de alimentos... y pasamos. Nos llaman de todos los negocios pero ante el acoso nos sentamos en el primero que e contarnos que es de una niña hindú. Vemos la carta, que no tiene precios, y pedimos algo que nos parezca un poco más estéril en contenido, al menos en probabilidad. Llega la comida y la de carlos se ve más o menos pero la mía esta genial, además de unos jugos de frutilla que están exquisitos. Al final cada cosa vale 1.500 myanmares, y como nos deshicimos de los billetes de acá pagamos en dólares a un cambio muy favorable para ellos y dejamos una buena propina para aproximar y evitar que nos den vuelto En moneda local. Se despiden de nosotros con cara de que nos hicieron lesos porque pagamos "demasiado" pero lo que no saben es que nosotros sabemos exactamente lo que pagamos y dejamos extra, y que de todas maneras para un chileno la comida fue una ganga.

Volvemos al aeropuerto con nuestro chofer estrella que finalmente no se arrancó con las cosas, y que se despide de nosotros feliz por haberlo considerado como opción para hoy y confiado en él. Cuando empezamos el día nos dio su tarjeta con su nombre y datos para darnos confianza, y ahora nos recuerda que tenemos su tarjeta y que si volvemos a ir lo llamemos sin duda alguna... Como nosotros no vamos a volver a venir, guardamos los datos por si alguien planea tomar un taxi en Yangon, Myanmar.

Hicimos el check in y nos fuimos a la sala de espera despues de comprer slguna bebida (con el calor que hizo hoy estanos deshidrtados). El avion se atrasa un poco mas de media hora pero al fin abordamos y nos vamos de myanmar.

Aterrizamos en Bangkok después de nuestro vuelo número 19 del viaje y tomamos un taxi a nuestra querida Khaosan Road, inicio y fin de esta aventura en el sudeste. Una vez ahí caminamos hasta el mismo hotel donde nos quedamos los primeros días: Khaosan Palace. Dejamos las cosas y salimos a comer algo. Le habíamos dicho al Mati y la Barbi (que también parten mañana el viaje de regreso pero en la mañana), que llegábamos a las 20.00 y con el retraso del avión ya son las 22.00. Les mandamos un Whatsapp para avisarles donde andaremos y nos vamos a la calle Rambutri (paralela a Khaosan) a comer en un Restaurant donde el slogan dice "no somos los más baratos pero nadie dice que nuestra comida no es buena". Rica la comida y los copetes que tomamos, pero de los chicos nada aún. Volvemos al hotel y Carlos hace el Check in del vuelo de mañana en la noche. De repente nos damos cuenta de que hay un papel que tiraron debajo de la puerta adentro de una hoja que dice "From your friend". Habían pasado por aquí a las 11 cuando andábamos comiendo. Vemos el WhatsApp y nos decían que habían venido y después ido a hacer sus maletas para despues salir a comer. Como aún había esperanzas de encontrar os salimos a buscarlos a su hotel pero habían salido, así que nos sentamos en un pub al lado de su hotel en la orilla de la calle a esperar que pasarán pero nada paso. Resignados empezamos a caminar de vuelta a Khaosan cuando de repente vemos la inconfundible fisionomía del Mati con sus rulos... Al fin!

Para cerrar la última noche de ellos y nosotros en el Sudeste vamos a tomar algo y ponernos al día de lo que paso estos últimos días en que ellos estuvieron en Ko Tao y luego Kuala Lumpur. Como ya es tarde y mañana ellos madrugan a su vuelo nos despedimos hasta el sábado donde nos encontraremos en el matrimonio de la Tamy y Martín (pastelmente no nos sacamos fotos en el último encuentro).

Caminamos de vuelta al hotel y nos vamos a dormir porque mañana si que tenemos que caminar como enfermos para lograr un gran objetivo: el ansiado Buda.

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